Una mañana mas nos juntamos a rodar un poquito, salimos en esta ocasión Flavio y David, amigo de Flavio y ya nuestro también, Josito y Javi Bautista. José nos pide hacer una ruta circular con escapatorias, que no sea muy exigente, así que nos vamos hacia Bargas, se oye en el pelotón, Cuidado Flavio, pon todos los sentidos en este camino tan exigente, jejejeje. Una vez superado sin mayor problema, giramos en el Mercadona, bajamos hacia la Venta del Hoyo, y aunque en principio la idea era otra, decidimos cruzar por debajo la A-40, hacia la Legua, que ya conocemos el camino.
Subidas, bajadas y pie a tierra para coger el camino correcto, que nos lleve a la Legua.
José decide tomarse con calma las subidas, después de cruzar el camino, disfrutando del paisaje...
Bajaremos por una de esas pendientes que a Flavio le gustan y bastante, David tampoco lo hace nada mal, es lo que tiene tener gente polivalente en el grupo
José también la bajará a su manera, como cantaba nuestro buen amigo Sinatra...
De aquí hacia Vistahermosa, antigua fabrica de papel a coger la vereda del río.
Ya en la vereda vamos cercanos al río, librando con éxito la flora toledana y tupida
Salimos de Toledo, de nuevo alrededor del río, foto de familia ligero almuerzo y a seguir rodando
Nos cruzaremos en nuestro camino con unos biciclistas un tanto extraños que nos miran con cara un tanto vacuna, alguno se acuerda de ciertos clubs futboleros en sus típicas concentraciones, en esta ocasión habían cambiado de hotel,
José nos pide coger camino para casa, así no se alarga demasiado la ruta, así que hacia Azucaica por el vivero, y de aquí a la subida tendida...
Nuestros amigos Flavio y David, subirán mas fuertes a buen ritmo, José y yo al nuestro, y es que no por correr amanece mas temprano o como se diga... Bautista y José suben juntos y si primero los ánimos y el apoyo hacen de la subida algo mas amena, aminorando la dureza, después será José el que tenga que ayudar a Bautista también y hasta con bici nueva rompe la cadena, así que toca andar, incluso así también se hace deporte.
Un compañero en el camino se presta a ayudarnos, pero como quedaba poca subida, decido coronar andando y luego llevar la cannondale como el patinete de mi hija, así hasta Kaito, al merecido almuerzo, donde hay un buen samaritano que viene a recoger al averiado y a su burra.
Gracias Keke por ser el coche de apoyo, aunque yo creo que el estaba mas agradecido a nosotros por venir a disfrutar del almuerzo con nosotros.
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