16 de agosto, hoy cambiamos el punto de partida, dejamos la Palma y salimos de casa de Guti en Cobisa. En la ruta nos juntamos Guti, Mario (Litri) y Solete, en busca de un pantanito del que ha oído hablar nuestro sherpa, para ello se ha preparado una chuletilla que no sabemos si nos ayudará.
El itinerario de la ruta es: Salida de Cobisa, bajamos directos a Argés, de aquí al pantano del Guajaraz, cruzamos la presa y nos metemos en Cervatos, para cruzando la finca llegar a Guadamur. Atravesamos la que en tiempos de los visigodos fue la aldea de Guarrazar y salimos de ésta por el cementerio en busca de la industria ganadera de Portusa, donde giramos a la izquierda dirección Gálvez. En este tramo el sherpa se debe pasar alguna desviación porque estaba previsto bordear el Tajo, pero no vemos más río que un pequeño arroyito que cruzamos.
De Cobisa a Argés
Cruzando la presa
Infringiendo la ley
En Cervatos
De Guadamur a Portusa
Pasando Portusa
De vuelta a la ruta prevista la chuleta del Solete vuelve a tener utilidad, nos metemos como si fueramos a la finca del Talayar (o algo así), pero sin llegar a entrar nos desviamos a la izquierda en sendero que nos lleva hasta nuestro objetivo: el pantanito.
Bajando al pantanito
El pantanito
Dejamos el pantanito, donde preguntamos a un paísano que en otros tiempos conoció Solete si recordar donde y cuando. En plena subida dirección Polán pinchazo con tachuela en medio del camino, ¿que puede hacer este clavo en el sendero? nuestra maldición para quien lo haya puesto si ha sido adrede. Reparación y seguimos dirección Polán, donde antes de llegar giramos a la izquierda para llegar de nuevo a Guadamur.
Del pantanito hacia Polán
Vaya tachuela, ni con el moco
Llegando a Guadamur
De Guadamur a Argés por el camino de Toledo, cruzando la carretera de Polán a la altura de la Urbanización Guajaraz y de vuelta al embalse del mismo nombre. De Argés a Cobisa por donde habíamos salido 46km antes.
De Guadamur a Argés, en busca del pantano del Guajaraz
Dejamos Argés y llegando a Cobisa
Un manjar nos esperaba, gracias Inma, ríquisimas las alitas encebolladas con salsa de soja (creo que era eso, el caso es que estaban de chuparse los dedos y a fe que lo hemos hecho, además de barcos para derrotar a la Armada Invencible)
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